Coronas envenenadas en el reino del patriarcado


Han caído en mis manos las bases para la elección de la reina infantil de la fiestas del carnaval del ayuntamiento de Valverde (El Hierro), y por un momento me ha venido a la cabeza la película Pequeña Miss Sunshine, de Jonathan Dayton y Valerie Faris. ¿La recordáis? Si todavía no la habéis visto, os la recomiendo, aunque si rastreáis unos minutos por google tendréis al instante ejemplos muy similares al guion de esta película.

Al concurso de Reina Infantil del Carnaval se presentan niñas de entre 4 y 11 años que tienen que desfilar y exhibir un traje confeccionado a medida por un diseñador. Para calificar "se tendrá en cuenta respecto al diseño: la originalidad del traje, su alegoría carnavalesca, riqueza de detalles, inventiva, creatividad del diseñador, esplendor de la fantasía del disfraz. Respecto a la candidata: gracia, simpatía y desenvoltura de la concursante que desfilará por el escenario".

Ojito, ni siquiera se valora la imaginación de la niña a la hora de diseñar el traje, para eso ya está el adulto. La niña solo tiene que desfilar y sonreír, ya lo dejan muy clarito.

Mientras leía las bases de este concurso mi mente inmediatamente viajó a la película de la que os hablo. Sin embargo, fuera de la pantalla me podía imaginar a esas niñas nerviosas, ataviadas con el vestido más bonito del mundo, compitiendo por ser la más guapa, la más elegante, la más simpática, la más perfecta. Cada movimiento, postura, sonrisa y apariencia serían evaluados por un jurado que daría su voto a 'la niña perfecta', proclamándose la Reina (así, en mayúsculas).

Cuando decimos que el patriarcado tiene las raíces muy profundas, nos referimos también a esto. No pierde el tiempo, es rápido y voraz. Ataca desde la base, es incisivo, retorcido y cínico. Lo importante es allanar el camino, luego todo será más fácil. Su plan es maquiavélico, envuelto en papel de celofán.

Como google es infinito, sigo leyendo bases de concursos a reina y damas en honor a las fiestas patronales de muchos pueblos de este país. Me paro en el ayuntamiento de Coria (Cáceres). Todos estos concursos comparten los mismos mandamientos (del patriarcado), recogidos en el punto "criterios de elección" y que cito a continuación:
  • La imagen y presencia en general de las candidatas.
  • La elegancia y soltura de las candidatas durante el desfile de la Gala, ataviadas con el vestuario comunicado y designado previamente por la Organización.
  • La naturalidad y desenvoltura de comunicación de las candidatas al expresarse verbalmente.
  • El conocimiento de las tradicionales Fiestas de San Juan.
Podéis continuar leyendo las bases del ayuntamiento de Coria pinchando en este enlace. Consejo: respirad hondo. A esto tengo que añadir que una vez finalizada la votación del "jurado calificador", se abre el turno de votaciones por parte del público asistente al acto. Y yo me pregunto, ¿no os recuerda a una feria de ganado?

En las bases de Aranda de Duero (Burgos), añaden como criterios de selección la "simpatía, la elegancia, las buenas maneras, cuidada imagen, saber estar y conocimiento de Aranda y sus costumbres". Y yo me pregunto, ¿no os recuerda a la sección femenina?

Otra cuestión que me llama poderosamente la atención es el papel que desempeña el jurado, que hasta delibera y todo. Os encontraréis equipos de valoración de lo más variado, desde representantes de cofradías, hermandades y clubes deportivos, hasta el propio alcalde, como en el caso de El Provencio (Cuenca).

Llegados a este punto, los defensores fervientes de estos concursos os darán argumentos para justificarlos. Madre mía, el patriarcado tiene respuesta para todo, qué pereza.

Argumentos del patriarcado para justificar sus coronas envenenadas:
  • Escucharéis defender este tipo de concursos a las propias chicas que se presentan con frases como "nadie nos obliga a participar, no nos denigran, somos libres o no se juzga la belleza"...
  • Escucharéis decir que representan a la juventud de la ciudad...
  • Escucharéis que nadie puede jugar con la ilusión de estas chicas...
  • Escucharéis que es tradición...
↠ Respuestas feministas:

¿Qué se está juzgando en este tipo de concursos? Solo hay que echar un vistazo a los criterios de selección: simpatía, cuidada imagen y saber estar. No se pone en valor ningún talento, ni capacidad, solo se tiene en cuenta el aspecto físico de la mujer. Cuando las chicas se presentan a estos concursos están eligiendo ser evaluadas por su sonrisa, cuidada imagen y saber estar. ¿Libremente? ¿En serio? ¿No es acaso un dictado del patriarcado?

Oye, que si a mí me dan a elegir, casi prefiero destacar por mi inteligencia o logros profesionales. ¿Dónde están esos concursos? Ah, que esos no los contempla la tradición en su agenda de concursos.
Sinceramente creo que la juventud se representa sola, no hace falta que nadie se proclame abanderado de los y las jóvenes de una ciudad. Ahora bien (por dar ideas), la mejor manera de poner en valor a la juventud sería visibilizando su talento, sus proyectos, sus motivaciones e iniciativas que promuevan cambios en un barrio, en un pueblo, en una sociedad. Serían unos referentes magníficos para otros y otras jóvenes. Que haberlos haylos, ¿eh? y si no echad un vistazo al Premio Unicornio, impulsado por la concejalía de juventud del ayuntamiento de Soria.

Hace unos años, trabajando de becaria en un medio local, tuve que escribir una parte del especial de las fiestas de varios pueblos. Uno de los reportajes hacía referencia a tres chicas, que habían sido "elegidas para representar a su ciudad". En fin, me costó llenar el hueco de la maqueta reservado para ese texto. De esto hace ya más de una década, pero todavía recuerdo el titular: ‘Guapa, guapa y guapa’. Escalofrío. He conseguido perdonarme. Nunca es tarde para deconstruir, es un ejercicio muy sano. Sí, yo también he sido víctima del patriarcado, y os puedo asegurar que en aquella época me sentía bastante más pequeña, insegura y vulnerable. 

El patriarcado utiliza cualquier resquicio para extender su veneno. Diseña un prototipo de mujer y nos lo vende como si fuera el sueño de nuestra vida, nuestra mayor ilusión, la gran oportunidad... ¿Qué mujer no se moriría por ser el centro de atención de todas las miradas? ¿De verdad que no es esa, chicas, vuestra mayor aspiración? Pues sí, para el patriarcado debemos ser unas desagradecidas, todo el día cuestionando cosas, ideando proyectos, debatiendo, diciendo lo que pensamos, vistiendo como queremos y sonriendo solo cuando nos da la gana, pero es que a estas alturas ya no nos tragamos ni un minuto más los cuentos de princesas, demasiado brillibrilli.



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