Cuando pienso en mujeres rebeladas la primera que se me viene a la cabeza es Paye, hay más, pero ella encarna todos los rasgos de mujer rebelada, quizás porque su rebeldía es el mejor homenaje a la vida.
Quienes la conocemos vemos a una mujer valiente, que sabe mantener el miedo a raya, el sentimiento más humano y más libre, transformándolo en creaciones.
Paye nunca ha dejado de crear, y de creer, porque como ella muy bien dice, tras su lectura de 'El mundo amarillo' de Albert Espinosa: "El mundo amarillo habla de lo sencillo que es creer en los sueños para que estos se creen. Y es que el creer y el crear están tan solo a una letra de distancia".
En su blog Pakobar&Payevar, dedicado a viajes moto-artísticos (piezas audiovisuales), un proyecto que comparte con Pako, su pareja, narra 'Crónicas de libertad', un mapa de rutas que diseñan a través de la observación, de saber mirar, de encontrar una luz entre el horror y unas cuantas capas de abandono. Aunque la última de sus crónicas es un reinicio, un guiño a los amarillos, "al mundo al alcance de todos, y que tiene el color del Sol. Un sitio cálido donde los besos pueden durar diez minutos, donde el miedo pierde su significado, donde la muerte no es eso que les pasa sólo a los demás, y la vida y con quien la compartes es lo más valioso".
Paye forma parte del colectivo Latidos del Olvido, un grupo de artistas que pone el foco en lo invisible, dando sentido a un proceso sin desenlace. En la soledad de esas mentes inquietas se establece una conexión con el desastre, es como si en sus intervenciones se mantuviera una lucha con la decadencia, donde el olvido siempre late, aunque de manera efímera. Para vuestra tranquilidad hay documentos editados. Os dejo el enlace.
Es muy probable que veáis a Paye en moto. Hace un año, nos contaba, que en su viaje por Los Balcanes (en moto, por supuesto) en el que recorrieron 9 países y más de 9.000 kilómetros, la gente se sorprendía muchísimo cuando descubría que debajo del casco había una mujer. Y nos contaba anécdotas, una detrás de otra, y queríamos saber más de esa gente, de esos países, de ese viaje tan visceral y maravilloso.
Paye es una mujer rebelada porque es una mujer libre. En su moto proyecta toda esa fuerza que la empuja hacia la vida. Ella misma dice que esta forma de viajar les conecta con la naturaleza, con las cosas sencillas, y que pueden percibir sensaciones que de otra forma seria imposible. "Una indescriptible sensación de estar vivo", escriben en su blog.
Su último proyecto se llama 'Volver a volar', y yo me pregunto, ¿cuándo ha dejado Paye de volar? Las mujeres libres vuelan siempre, aunque sea con los pies en la tierra y eso duela.
(*) Foto cedida por Paye Vargas.
qué bonitas y sabias reflexiones... nos hace tanta falta rebelarnos, y esa conexión con la libertad y la naturaleza se hace fundamental para recordar quiénes somos, cuál es nuestra verdadera fuerza y hacia dónde dirigir nuestros pasos. Muy agradecida por estas reflexiones compartidas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
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