Viva el feminismo


La fotografía tomada el 1 de mayo de 1936, en Cantalpino (Salamanca), donde aparecen, de izquierda a derecha, Goya Telo (subida a la escalera, de espaldas), María Telo (en la parte central) y Pilar Alonso (a los pies de la escalera), colocando el cartel 'Viva el feminismo', fue elegida por el Consejo Municipal de las Mujeres de Soria como tema central de los actos del 8M de este año. Se instaló un photocall en la plaza de las Mujeres para que se pudiera replicar la escena y compartirla en redes sociales. 

A lo mejor ese homenaje a la genealogía feminista era una premonición, una señal de lo que iba a suceder en las Cortes regionales dos días después. Castilla y León sería la primera Comunidad con el partido de extrema derecha en el Gobierno, la primera Comunidad con una Ley de Violencia Intrafamiliar, borrando de un plumazo la violencia de género, y con ello el machismo, contradiciendo a organismos internacionales, como la Organización de Naciones Unidas, y sembrando la confusión con vaguedades y mentiras. Les recuerdo que en España hay un Pacto de Estado contra la Violencia de Género y una Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. A la derecha le va a doler el cuerpo de tanta contorsión en las ruedas de prensa. 

Estamos desoladas. No puede ser de otra manera. Muchas mujeres se han dejado la piel denunciando la violencia machista, y otras, la vida, como Ana Orantes, cuyo asesinato supuso un punto de inflexión, poniendo nombre y apellidos a la violencia de género. Para el nuevo Gobierno de Castilla y León somos las innombrables. La realidad es que han asesinado por violencia machista en nuestro país a 1.132 mujeres desde el 1 de enero de 2003 (desde que hay estadísticas). En junio de 2019 escribía sobre la entrada de la extrema derecha en los parlamentos. Por aquel año la derecha era cómplice, ahora es colaboradora y ejecutora de unas políticas que ponen en peligro los derechos humanos. Les va a costar complacer a su socio de gobierno porque lo que propone no se soporta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.  

En esa escalera de 1936 veo a mis compañeras periodistas feministas, las que están en primera línea, las que argumentan, formulando preguntas incómodas, repreguntando y soportando a seres indeseables y cínicos. Son bravas, bravas por posicionarse, por batirse el cobre en las tertulias, por defender el feminismo, por dar la cara, por no callarse, por exponerse, por no rendirse, por tener que aguantar insultos y amenazas de trolls en redes sociales, en definitiva, violencia machista. No han pasado ni dos días del pacto y ya están siendo señaladas. 

Miro la fotografía histórica que nos llevó en volandas el 8M por las calles de Soria y pienso que ahora más que nunca nos tenemos que agarrar a la memoria feminista. Esta foto nos conecta con la agenda inmediatamente. Jamás hay que perderla de vista "porque fueron, somos". Ellas lucharon por nosotras y nosotras tenemos que seguir luchando por las que vendrán, "porque somos, serán". Ya lo decía Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.

Son malas noticias para las mujeres que vivimos en Castilla y León, y para las que tienen el corazón con nosotras. Es lo peor que le podía pasar al feminismo. Este pacto es una vergüenza, una amenaza para la democracia, un lastre que como sociedad nos empuja hacia atrás con fuerza, mientras Europa nos mira con estupefacción. A las feministas se nos presenta un camino complicado, un auténtico reto. Ahora más que nunca nos aferramos a nuestra memoria feminista, a las mujeres que nos precedieron. Ellas jamás dejaron de luchar. Nos tendrán en frente.

Foto: Archivo AmecoPress / Fotografía tomada el 1 de mayo de 1936 en Salamanca. Aparecen, de izquierda a derecha, Goya Telo, María Telo y Pilar Alonso.

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